La pesada y mortal herencia de fumigar con agroquímicos
Investigaciones médicas señalan que el daño más intenso del glifosato se manifestará en los hijos de quienes viven en zonas cultivadas. Sin embargo, la Justicia sólo actúa sobre el presente.
Por Soledad Lofredo
El glifosato es un veneno bioacumulativo que cuando ingresa en un ser vivo se transmite de generación en generación”, asegura la abogada santafesina Graciela Gómez, quien ha presentado varias denuncias judiciales de víctimas del uso de los agrotóxicos. “Una persona no lo podrá padecer pero sus hijos tal vez sí; al ser bioacumulativo en algún momento la enfermedad estalla, por la suma de pequeñas fumigaciones”, agrega. Con la introducción de los agrotóxicos en los ámbitos rurales durante las últimas décadas, han surgido los reclamos por malformaciones, enfermedades incurables, muertes de niños y abortos espontáneos. Sin embargo, los fallos obtenidos tienen corto alcance. “Toda nuestra legislación se basa en analizar las fumigaciones cuando mata automáticamente, pero desconoce el envenenamiento masivo en pequeñas dosis”.