lunes, 13 de septiembre de 2010

Mackler deje de mentir!

06-09-10

La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) ha difundido recientemente un informe sobre mortandades de peces ocurridas durante los meses de julio y mediados de agosto. De acuerdo al informe, se descarta que las mortandades hayan ocurrido por sustancias tóxicas, e identifica a las bajas temperaturas como la causa de las mismas.

El informe dice que: “Los resultados de los análisis practicados en peces, indicaron que los ejemplares presentaban buen estado general, sin alteraciones patológicas en los órganos, y evidenciaban varios días de ayuno. Las muestras de agua no revelaron la presencia de niveles de pesticidas por encima de los valores permitidos”.


Las muestras recibidas por la DINARA y analizadas por el Área de Acuicultura y Patología de Organismos Acuáticos del Instituto de Investigaciones Pesqueras (Facultad de Veterinaria- UDELAR), nada dicen si éstas fueron de peces vivos y/o muertos, o si abarcó a todas las especies que se registraron muertas.

El informe señala que los ejemplares analizados “evidenciaban varios días de ayuno”. Ello puede haberse debido a la falta de alimentos disponibles o a que sus organismos estaban alterados. Sin embargo el informe se limita a decir que los “ejemplares presentaban buen estado general”.

Más allá de los análisis, lo cierto es que la mortandad de peces ha abarcado una gran variedad de peces comunes en nuestros ríos, arroyos y lagunas, tanto en verano como en invierno. La mortandad de peces en agua dulce es un fenómeno que cada vez se hace más común; tan común que a las poblaciones del interior del país ya ni les llama la atención.

Dada las explicaciones por parte de las autoridades de la DINARA sobre la mortandad a causa del frío, habría que investigar qué es lo que está ocurriendo, que a los peces les provoque esa intolerancia al frío.

Intolerancia a cambios de temperatura

En enero del 2007 fue publicado en Estados Unidos un estudio realizado en Australia, sobre los impactos que producen tres sustancias químicas orgánicas (endosulfán clorpirifos y fenol), en la temperatura del cuerpo de los peces de agua dulce.

El trabajo concluye que la tolerancia a la temperatura de los peces está limitada por una combinación de factores bióticos y abióticos, incluyendo sustancias tóxicas diversas.

La reducción a la tolerancia a cambios de temperatura frente a la presencia del endosulfán y clorpirifos, sugiere que, no solo la temperatura influye en la sensibilidad de los peces a sustancias químicas, sino que la exposición a dichas sustancias también afecta su intolerancia a los cambios de temperatura.

De acuerdo al estudio mencionado anteriormente, podría haber alguna relación entre el endosulfán y el clorpirifos en la mortandad de los peces en los últimos meses, dado que ambas sustancias son masivamente usadas en cultivos agrícolas en nuestro país. Cabe señalar que en los análisis realizados por la DINARA con respecto al agua se constató la presencia de endosulfán. El informe nada dice sobre la presencia de clorpirifos, por la simple razón de que no se buscaron residuos de este insecticida en las muestras de aguas analizadas.

El informe dice que. “Las muestras de agua no revelaron la presencia de niveles de pesticidas por encima de los valores permitidos”. Cabe preguntarse: ¿valores permitidos para quién? ¿para el ser humano o para la fauna acuática? Más importante aún es la pregunta: ¿un nivel de pesticidas por debajo de los valores permitidos asegura que los mismos no afecten a la vida acuática?

Por otro lado, cabe señalar que la mortandad de peces está ocurriendo tanto en verano como en invierno. En febrero hubo una gran mortandad de peces en el río Yí. En su informe de entonces la DINARA la atribuyó a causas ambientales y el caso fue cerrado. Esta vez la explicación está en el frío.

Las causas de la mortandad pueden ser varias, pero al menos sí se sabe que ciertas sustancias usadas ampliamente en Uruguay son muy tóxicas para los peces, entre las que se cuentan el endosulfan y clorpirifos. Desde hace años, se han llevado a cabo análisis que así lo han demostrado y recientemente se ha publicado un trabajo que confirma todo lo dicho anteriormente. El estudio realizado en Australia aporta nuevos elementos para explicar lo que está ocurriendo con nuestros peces, donde los insecticidas endosulfán y clorpirifos están involucrados, y como estos afectan la tolerancia de los peces a cambios de temperatura.

¿No será aconsejable hacer estudios más profundos por parte de las autoridades y buscar las causas reales de lo que esta sucediendo? www.ecoportal.net

María Isabel Cárcamo

RAP-AL Uruguay
http://www.rapaluruguay.org/

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