El ruido afecta tanto la salud como la calidad de vida de los habitantes al producir perturbaciones y distorsiones acústicas que inciden agravando las situaciones de dolor o sufrimiento que ocasionalmente puedan padecer los mismos.
El deterioro en la calidad de vida en una ciudad no depende sólo de la contaminación del aire, agua o suelo – que las tenemos y en altísimo grado aún no determinado con exactitud en Puerto Gral. San Martín – sino por el penetrante coro de sonidos industriales, cuyas frecuencias van desde las relativamente bajas – perceptibles sobre todo por los vecinos más cercanos – hasta zumbidos agudos, que recuerdan el de los mosquitos, con algunas altísimas variantes en su intensidad.