En la ciudad que tiene un ingreso de $46.000 anuales per cápita, donde se instalan importantes empresas como Bunge, Cargill, Terminal 6, Toepfer, Nidera y tantas otras rankeadas como las empresas que más facturan en la República Argentina. Con ingresos que superan los “34.336 pesos por minuto” como es el caso específico de Bunge. Debajo de los grandes silos de la empresa Bunge se encuentra la última bajada pública de la ciudad de Puerto Gral. San Martín al río Paraná. Los pescadores tradicionales de puerto, amontonados en un espacio reducido, sin soluciones sanitarias básicas, viven olvidados por el resto de la ciudad que ya se ha olvidado de su Río Paraná y sus vínculos con él.
Las grandes agroexportadoras se han apoderado de toda la costa del Paraná, pocos lugares quedan para que los ciudadanos o los pescadores artesanales puedan vincularse a su histórico río. En 2013 el espacio público llamado “Puerto Municipal” fue entregado a la Cooperativa de trabajos Portuarios dirigida por el empresario Hermes Juarez.
Ahora los pescadores, cada vez más diezmados, defienden el último lugar que comunica el río con la ciudad. Cachito nos cuenta que el padre de su padre ya era pescador, que él solo conoce ese estilo de vida que es su fuente de trabajo. “A nosotros nos desplazaron como se los desplaza a los indígenas en el Chaco, este es el último lugar que tenemos para poder tener nuestras canoas y cruzar a la isla para poder pescar” nos cuenta Cachito. “En época de elecciones vienen los candidatos a hablar con nosotros, pero luego se olvidan”.
Para defender el lugar, que está siendo ocupado paulatinamente por embarcaciones de empresas que prestan servicios a los grandes buques, hicieron sus ranchos en la costa ya que cada vez que se iban, encontraban en el lugar de su canoa una embarcación comercial. Ahora deben convivir con la contaminación que hay en el ambiente, ya que se encuentran rodeados de muelles donde cargan los buques con cereal (mayormente soja) y el polvillo cae continuamente. “Cuando cocinamos tenemos que tapar las ollas ya que el polvillo que cae se mete dentro de nuestra comida y todos sabemos que eso esta envenenado” nos decían.
Los muelles que los rodean son propiedad de la empresa Bunge, como así también todos los terrenos que se encuentran sobre la barranca, salvo la calle Sarmiento y el predio de la empresa American Colors clausurada por contaminar con plomo, cromo y antimonio. Entre los pescadores corre el rumor que los quieren sacar de su lugar para destinarlo a actividad de empresas privadas entre ellas Bunge que es la principal interesada. Bunge también quiere adquirir el predio de American Colors, a pesar de que la organización ambiental sin fines de lucro “Vecinos Autoconvocados por la Vida” haya realizado una presentación pidiendo, a la municipalidad, que ese espacio sea declarado para uso público y de esparcimiento, acompañándolo con mas de 600 firmas. Un hecho que agrava este panorama de exclusión de los habitantes y de los trabajadores del río es que no se respeta el denominado camino de sirga por parte de las empresas, que ocupan y cercan hasta la misma línea de la barranca, contraviniendo lo ordenado en el Código Civil Argentino.
Los pescadores van a continuar viviendo en ese lugar para lograr mantener su fuente laboral y forma de vida, y es obligación de la Municipalidad y las empresas respetar los derechos que le son innegables. También deben proporcionar una solución urgente a los problemas sanitarios que los aquejan, ya que los pescadores viven con sus familias y los niños no cuentan con transporte escolar, a la zona no puede ingresar una ambulancia y las casillas, hechas de chapas y madera recicladas, son muy precarias. La zanja con agua servida que atraviesa la playa es una fuente de contaminación no sólo para los pescadores sino para cualquiera que visite la bajada. La cubierta de pavimento de la bajada tiene varios baches que dificultan su tránsito y aumentan los riesgos para quien tenga que transitarla durante una lluvia o en caso de emergencia; igualmente sería muy deseable que se prolongase la parte asfaltada algunas decenas de metros hasta las viviendas de los pescadores para el ingreso de ambulancias entre otros vehículos.
Vecinos Autoconvocados por la Vida
Puerto Gral. San Martín
vecinosautoconvocadosxlavida@gmail.com
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