Alarma por Descarga de desechos. Son ocho construcciones que alojarán la carga de líquidos industriales y cloacales de unos 2.500 camiones de empresas de Capitán Bermúdez.
"Esto va a ser Bosnia". Así imaginan algunos referentes de Maciel al pueblo en poco tiempo más si no se impide la instalación —muy próximas al ejido urbano— de ocho cavas que permitirán alojar la carga de líquidos industriales y cloacales de unos 2.500 camiones provenientes de empresas de Capitán Bermúdez.
Maciel, ubicado a 55 kilómetros de Rosario por la ruta 11 camino a Santa Fe, parece haberse convertido en el último año en nuevo destino de residuos industriales. En el pueblo esto ya provocó la movilización de sus instituciones intermedias que no se explican cómo el presidente de la comuna, Jorge Marucco, permitió la llegada de este negocio, y se preguntan por qué el secretario de Medio Ambiente del gobierno de Santa Fe, Jorge Mackler, dio el visto bueno para la autorización provincial.
"Y, es como las cárceles, los desechos en algún lugar se tienen que enterrar", comentan que fue la respuesta desde el área de Sanidad Ambiental de Capitán Bermúdez, donde están instaladas las tres empresas que destinarán en breve sus desperdicios a Maciel. Se trata de "Santa Fe Aceites SRL", "DHSH, líquidos industriales y cloacales", y "Transporte Bicentenario", empresa de cargas generales.
La primera cava. "¿Qué pasa con las cavas en Maciel? ¿Es una zona liberada?" Con esta inquietud, un grupo de vecinos empezó a recorrer despachos oficiales, hasta ahora sin suerte.
Es que la indignación de los casi 8 mil habitantes de este pueblo del departamento San Jerónimo comenzó el año pasado cuando descubrieron como al pasar que quienes alquilaron un campo a apenas 500 metros de la zona urbana habían realizado una enorme cava con desechos tóxicos.
Después de mucho trajinar consiguieron que se ordenara el retiro de esos desperdicios, que se desechaban muy cerca de la planta que distribuye el agua potable a toda la localidad. Pero cuando todavía no se terminó de retirar la totalidad de esos productos que se pretendían enterrar en esa primera cava, se descubren estas nuevas otras ocho, a tres kilómetros de la zona urbana y a dos del barrio San Cayetano o del Frigorífico.
Aquella vez la comuna había habilitado la cava mediante una ordenanza que permitía "el uso conforme de suelo y Medio Ambiente". La habilitación era para sistema de compostaje de residuos no peligrosos.
Los vecinos temen que este tipo de depósitos sea de difícil control. Incluso averiguaron que actualmente en Capitán Bermúdez los desechos de estas tres empresas que vendrán a tirar sus deperdicios a Maciel "no los supervisa cualquier empleado". Se trata de tres firmas que trabajan en el cordón industrial de Puerto San Martín y San Lorenzo.
Unos 2.500 camiones. Las nuevas cavas de Maciel miden 60 por 40 por cuatro metros, son ocho en total y tienen una capacidad de almacenar 9 mil metros cúbicos cada una, o sea la carga de 300 camiones.
Quienes llevan adelante este reclamo para que no se permita la instalación de estas cavas no tienen dudas. "La población de Maciel tiene que tomar conciencia de esta situación por el bien de todos —dicen—. Esto no es una fábrica de caramelos", y se preguntan por qué ante un tema tan sensible el presidente comunal no hizo una encuesta con el pueblo para saber si aprobaba esta industria contaminante, que tiene que poner censores y hacer perforaciones cada seis meses para comprobar si los desechos se filtran a las napas".
"¿En qué se beneficia Maciel con esto?", se preguntan. "Espero que el presidente comunal, que tiene la posibilidad de dar marcha atrás a este emprendimiento, reacciones teniendo en cuenta que va a ser contaminante para las personas que están en la zona rural a 500 metros y al pueblo todo que se encuentra napas abajo".
Fuente: La Capital
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