En la Ciudad de San Lorenzo, a metros del arroyo San Lorenzo se encuentra una empresa llamada IDM, se dedica a la incineración de Residuos Peligrosos. Y de la chimenea de IDM se esparcen muchos contaminantes a la atmósfera los cuales contaminan el agua, el suelo y los alimentos; varios estudios científicos comprueban que la contaminación en sangre y suelo llega a más de 12 Km. de la planta incineradora.
IDM se encuentra ubicada a tan solo 600 metros de Barrio San Sebastián en Puerto Gral. San Martín y resulta tan ilógica la aprobación de dos nuevos loteos a la misma distancia, ya que su proximidad solo demuestra la despreocupación de los gobernantes por la salud de las personas que construyan sus casas en esas tierras contaminadas con dioxinas, furanos, metales pesados y otros compuestos orgánicos.
Ubicar a más de 2500 familias en una potencial incubadora de enfermedades relacionadas a la incineración en el loteo Tierras de Sueño y 131 Viviendas de la Nación es, básicamente, exponer a toda una población joven. El humo caerá sobre “Tierras de Sueño” por el frío, transportando contaminantes cancerígenos y las familias que vivan ahí sufrirán daños muy importantes en su salud revelando un negociado perverso de la empresa que vendió los lotes y los que lo aprobaron ese loteo.
Destacar la cercanía de otro incinerador a tan solo 2500m, de la empresa PELCO (Termosan), resalta la peligrosidad que será vivir en las zonas que se está destinando a Vivienda y demuestra que Tierras de Sueños como las 131 viviendas de la Nación se convertirán en HUMOS DE SUEÑOS y PESADILLAS
“Los contaminantes procedentes de una planta incineradora se dispersan en el aire, por lo que la población cercana a la planta se expone directamente por inhalación, o indirectamente al consumir comida o agua contaminada por las sustancias que se depositan en el suelo, la vegetación y el agua. Los efectos potenciales de metales y otros contaminantes persistentes en el medio ambiente, se extienden más allá del área donde se sitúa la incineradora.
Los contaminantes persistentes pueden transportarse a grandes distancias de la fuente de emisión, y sufrir transformaciones físicas y químicas, pasando numerosas veces al suelo, al agua o a los alimentos[1].”
Las investigaciones llevadas a cabo en este campo son limitadas y se han centrado principalmente en dioxinas[2] y metales pesados. Estos estudios han demostrado que las plantas incineradoras, tanto las instalaciones más modernas como las más antiguas, pueden contribuir a la contaminación local de suelos y vegetación con dioxinas y metales pesados.
En varios países europeos se ha encontrado que la leche de vaca, procedente de granjas situadas en las inmediaciones de las incineradoras, contiene niveles elevados de dioxinas, en algunos casos por encima de los niveles permitidos y se ha llegado a prohibir su consumo.
En Finlandia se encontró que la proporción de mercurio en el cabello de las personas que vivían cerca de una incineradora era superior al resto de la población, posiblemente debido a las emisiones de la planta. En España, se detectaron niveles elevados de tioéteres en orina, un biomarcador de exposición a tóxicos, en niños que vivían cerca de una planta incineradora con tecnología moderna. También se encontraron niveles elevados de ciertos PCBs en la sangre de niños que vivían cerca de una incineradora de residuos tóxicos y peligrosos en Alemania.
Los estudios realizados a trabajadores de incineradoras y a poblaciones que residen cerca de estas plantas, han identificado una gran variedad de impactos asociados a la salud. Estos estudios muestran datos preocupantes sobre los posibles impactos en la salud pública de las incineradoras; incluso aunque el número de estudios (en particular aquellos que se han realizado de acuerdo con los rigurosos estándares científicos) sea limitado. Estos resultados se pueden interpretar como indicativos claros del daño potencial que las incineradoras pueden representar para la salud humana.
No existen estudios algunos por parte de la Secretaria de Medio Ambiente de la Provincia ni del departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Puerto Gral. San Martín, que aseguren que los incineradores no están causando un daño irreparable sobre la población de barrio San Sebastián ni los que ocasionará a los nuevos habitantes de estos nuevos loteos (Tierras de Sueños y 131 Viviendas de la Nación).
Suponer la paz social en terrenos totalmente contaminados, inundados y con dudosa legalidad, aparte de lo expuesto, es una irresponsabilidad gubernamental de la que somos los únicos que no callan.
Estas son las ubicaciones de los viejos barrios en Puerto Gral. San Martín y los nuevos loteos proyectados
[1] Consejo Nacional de Investigación (National Research Council) 2000
[2] Las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y, de ese modo, causar cáncer. “Las dioxinas y sus efectos en la salud humana” (Organización Mundial de la Salud) http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs225/es/
Fuente: Ecos de la Sociedad
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