Utilizar la cáscara de la cebada -subproducto de la elaboración de whisky- como purificador de agua contaminada, ha sido la brillante idea de Leigh Cassidy, una científica de la Universidad de Aberdeen, en Escocia.
En concreto, la idea es utilizar un subproducto de la producción del whisky llamado orujo, es decir, el residuo sobrante de esas cáscaras, como ingrediente principal de un novedoso filtro.
Su aplicación experimental en un proyecto de limpieza de las aguas subterráneas contaminadas con arsénico está teniendo éxito en Bangladesh. Básicamente, se ha modificado ese orujo con un ingrediente secreto para obtenerse un compuesto orgánico bautizado como Dram.
El proceso de purificación también combina ingredientes que se encuentran en ese país, como cáscaras de coco y de arroz, los cuales actúan como filtros naturales que atrapan las partículas de arsénico.
El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre que se encuentra en el aire, el agua y los suelos, llevando a situaciones de insalubridad que comprometen la salud e incluso la vida en determinadas zonas del planeta donde se bebe de aguas subterráneas que contienen niveles peligrosos de arsénico.
El proceso de limpieza del agua pasa por varias fases, ya que la clave está en la composición del filtro. En primer lugar se introduce el agua contaminada en un contenedor de acero inoxidable, desde donde se bombea hasta una zona donde se realiza el filtrado. Finalmente, vuelve a bombearse, limpia de arsénico en un 95 por ciento.
Fuente:IngeNet.com.mx
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