Noticias de esta semana ponen en alerta roja a los damnificados por las fumigaciones con agrotóxicos.
La primera: el CONICET –Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología- asumió oficialmente las conclusiones del Laboratorio de Embriología Molecular, de la Facultad de Medicina de la UBA, que acaba de confirmar que el glifosato, el químico fundamental utilizado en la industria sojera, es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones.
El estudio, realizado con dosis hasta 1500 veces inferiores a las usadas en las fumigaciones de nuestros campos provoca comprobadamente trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales.
“Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión”. El herbicida más utilizado a base de glifosato se comercializa bajo el nombre de Round up, de la compañía Monsanto, líder mundial de los agronegocios.
La segunda: un estudio interdisciplinario efectuado por el Ministerio de Salud de la Nación determinó que en Avia Terai, una localidad del Chaco rodeada de campos de soja continuamente fumigados, más del 31 por ciento de la población tiene un pariente con cáncer.
Los muy altos índices de cáncer, y también de discapacidad, se repitieron en otras tres ciudades cercadas por campos transgénicos: Campo Largo, Napenay y La Leonesa. La investigación vincula la causa de las enfermedades con el modelo agropecuario.
La estadística recabada en el estudio es abrumadora: “En la localidad de Campo Largo, el 10 por ciento de las mujeres y el 15 por ciento de los hombres manifestaron tener algún tipo de discapacidad. El 29,8 por ciento reconoció tener familiares con cáncer en los últimos diez años. En Napenay, el 20 por ciento de los hombres manifestó tener algún tipo de discapacidad, y el 38,9 por ciento señaló la existencia de algún familiar con cáncer. En La Leonesa, zona arrocera, el 27,4 por ciento de la población declaró tener familiares con cáncer”.
El estudio comprueba que: “Las cuatro localidades que se han caracterizado por la agricultura que emplea paquetes tecnológicos de semillas transgénicas y uso de agroquímicos, en ellos las enfermedades tienen respuestas por encima del 20 y hasta el 38 por ciento, mientras que las dos localidades caracterizadas como ganaderas, donde no se emplean agrotóxicos arrojan valores muy bajos”, alerta la investigación.
La tercera: La directora del hospital de General Ramírez –ER-, Viviana Sterzer, confirmó que se realizaron fumigaciones con agrotóxicos en el campo pegado a la institución.
La profesional confirmo que esta práctica de fumigar encima del centro de salud que dirige y de las casas de familias próximas es habitual y se realiza sin ningún aviso ni control de prevención de los vecinos.
La cuarta: Una reunión urgente convocada por la Mesa de Defensa de las Escuelas Rurales en Riesgo de ser Fumigadas, de la que participaron AGMER, La Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú, la Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay, una representante de la Dirección Departamental de Escuelas, el Vocal del Concejo Provincial de Educación, Héctor de la Fuente, de la Dirección de Ambiente Municipal y FUNDAVIDA concluyó que por estos días nuevamente se han iniciado las fumigaciones masivas en torno a las escuelas rurales en nuestra zona, donde son fumigados los niños, el personal y los vecinos, sin ningún control.
El mismo Estado que por su ventanilla científica acaba de confirmar que estos productos producen cáncer, muertes y malformaciones, por la de los intereses económicos sectoriales hace la vista gorda cuando se trata de cuidar a los ciudadanos que son envenenados por las fumigaciones sin control.
Mientras tanto, una legislatura autista y cómplice con estos intereses quiere imponer una legislación que de aprobarse no solo no nos protegería sino que les daría impunidad definitiva a estos agentes de la enfermedad para que sigan destruyendo vidas y envenenando la naturaleza provincial.
El Senador Oscar Arlettaz, presidente de la Comisión de Producción del Senado, acaba de anunciar que el cuerpo que preside esta considerando imponer regulaciones favorables a los fumigadores y que en todo caso, “quizás” considerarían la posibilidad de establecer “cortinas vegetales” (SIC) en torno a las escuelas para morigerar la llegada de estos venenos.
Nuestras autoridades provinciales habilitan por ausencia este panorama atemorizante, nuestros legisladores, cómplices, están preocupados en defender los bolsillos de las minorías que se benefician con los agronegocios, por lo tanto, somos nosotros las víctimas de estos mortales atropellos los únicos que podemos parar esta locura.
El Conicet confirmó que el glifosato es altamente tóxico
Nacionales
Publicado 13 de abril 2013
Por primera vez, una investigación corroboró que el glifosato es tóxico y provoca efectos devastadores en embriones. El estudio, realizado con dosis hasta 1500 veces inferiores a las usadas, comprobó trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales. Piden limitar su uso. En Misiones, cinco de cada mil niños padecen malformaciones relacionadas al uso de agrotóxicos.
Cinco de cada mil niños misioneros tiene malformaciones
(Telam). Una investigación del Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA, perteneciente a la Facultad de Medicina, acaba de confirmar que el glifosato, el químico fundamental utilizado en la industria sojera, es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones.
Según Página/12, es la primera vez que una investigación científica de laboratorio corrobora lo que las comunidades indígenas y los movimientos campesinos denuncian desde hace una década.
El estudio, realizado con dosis hasta 1500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras, comprobó trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales.
“Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión, sugiriendo la posibilidad de que se estén interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario”, subraya el trabajo, que también hace hincapié en la urgente necesidad de limitar el uso del agrotóxico e investigar sus consecuencias en el largo plazo.
El herbicida más utilizado a base de glifosato se comercializa bajo el nombre de Roundup, de la compañía Monsanto, líder mundial de los agronegocios.
En Misiones
(El Paranaense). En Misiones, 5 de cada 1000 niños nacen afectados de Meliomeningocele, una malformación del sistema nervioso central. Los casos se reiteran en las zonas tabacaleras y papeleras, donde se usan agrotóxicos, y el problema se traslada a todo el ambiente, con la degradación del suelo, la contaminación del aire y el envenenamiento de los cursos de agua. La provincia cuenta con una norma creada para evitar estas situaciones, la Ley de Agrotóxicos 2980, que debe ser aplicada por el Ministerio de Ecología.
Los problemas de salud quedaron demostrados por las investigaciones que lleva adelante el doctor Juan Carlos Demaio. Sin presupuesto y contra los intereses de tabacaleras y papeleras, alertó a tomar conciencia y parar de una vez con el uso indiscriminado de agrotóxicos que mal forman el futuro. Cabe tener en cuenta que en Misiones se estima que cerca del 13% de su población tiene alguna discapacidad, duplicando casi la media nacional.
Las investigaciones de Demaio comenzaron con la detección de un gran número de chicos con malformaciones del sistema nervioso central, llamada mioelomelingocele (MMC), que implica que nazcan con la medula abierta, quedando con incontinencia urinaria, fecal y trastornos motores de miembros inferiores. Ante esta detección en 1987 creó el Centro de Investigación, Estudio y Tratamiento de Enfermedades Malformativas de Misiones, que comenzó por identificar en qué zonas habían sido gestados los niños afectados ya que esta malformación se provoca en los 28 días de gestación. "Luego de visitar todas las zonas rurales y ver el consumo de agrotóxicos certificamos que nuestros pacientes venían de los lugares donde más agrotóxicos se utilizaban", afirmó. "Son 5 de cada 1000 nacidos los nacen con MMC".
La investigación
Como explicó Demaio, estas investigaciones fueron paralelas a las del genoma humano por lo que se comenzó a buscar en los genes que manejan la detoxificación del medio, cuál podía ser el gen responsable de esta malformación. Trabajaron con niños sin ninguna patología, viendo cómo se comportaba su genoma frente a la presencia de Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos que se encuentran como contaminantes, vehículos o en la estructura química principal de muchos plaguicidas que se utilizan en la provincia de Misiones. El resultado fue que los pacientes con MMC tenían una diferencia muy significativa en cuanto al gen estudiado y a las formas mutadas del mismo que le confieren a quien lo porta una susceptibilidad especial a los contaminantes, provocándoles fenómenos de mutagénesis, teratogénesis y toxicidad. La perdida de capacidad de aprendizaje por modificación del genoma humano implica que se sea transmitida a los propios hijos. Todas estas lesiones están contempladas en la ley de agrotóxicos, la cual en su Art. 7 dice que no deben utilizarse aquellos agroquímicos que está prohibido su uso en su país de origen o en un país desarrollado que se haya demostrado que producen las lesiones mencionadas. "Esto se hizo acá, sin presupuesto, sin ayuda y en contra de todos los que financian los proyectos de investigación que les conviene porque esta provincia no se fumiga con la mochila detrás de la espalda, sino con aviones", señaló, y denunció:"Cuando vemos qué presupuesto tiene para Latinoamérica Monsanto, que tiene su gran agencia acá en Posadas, 30 mil millones de dólares son los que invierten en agrotóxicos para que unos pocos sean muy ricos y para que todos los demás seamos discapacitados". En el 2001 fue aprobado un proyecto de ley, por iniciativa de Demaio, sobre el uso de ácido fólico en mujeres en edad gestacional, el cual disminuye el riesgo de MMC. Sin embargo, la ley sigue sin cumplirse.
En Misiones la manipulación de estos venenos está regulado por la Ley de Agrotóxicos 2980. Bajo responsabilidad del Ministerio de Ecología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario