Los casos de cáncer se incrementan cada vez más en el Gran Rosario y desde los gobiernos locales, provinciales y nacionales no se hace absolutamente nada. Las ONGs del cordón industrial se unieron para reclamar, en cada localidad, a su intendente ya que son ellos los que deben dar soluciones a nivel local.
Según un informe realizado por el Gobierno Provincial reveló, en abril de 2013, que los casos de cáncer superan la media nacional en algunas ciudades de este cordón industrial, pero el informe habla de un periodo entre 2005 y 2009 sobre centros asistenciales que informan sobre sus estadísticas, porque cabe destacar que no todos lo hacen en especial las instituciones privadas.
Paralelamente a este informe hay varias ONGs del cordón industrial que se han ocupado de realizar relevamientos de los casos de cáncer en las distintas localidades. En Puerto Gral. San Martín un grupo de vecinos a realizado un mapeo del los Casos de Cáncer, dándole resultados muy alarmantes y demuestra relación con la proximidad de algunas industrias que se encuentra ubicadas básicamente en la zona urbana.
Hablar de miles de casos de cáncer, hoy no resulta extraño ya que esta enfermedad se está convirtiendo en una epidemia debido a la cercanía de empresas muy peligrosas para la población y a la falta de controles ambientales por parte del estado.
A raíz de esto una multisectorial que comprende varias localidades ha realizado una pegada de afiches en todo el cordón industrial y zonas contaminadas por fumigaciones, para que el pueblo se dirija al intendente de su localidad exigiendo por la salud y controles ambientales sobre las empresas. El gobernante de la localidad es el representante ante el resto de las autoridades de la provincia y la nación y éste debe velar por el bienestar de sus ciudadanos.
Relación entre la contaminación ambiental y el cáncer
Estudios recientes alertan que los riesgos de contraer cáncer por efecto de la contaminación ambiental son mayores de lo que se pensaba hasta ahora. Los elementos más dañinos son los llamados organoclorinos, que se encuentran en los pesticidas utilizados en las cosechas y en los plásticos. Afectan especialmente a niños, jóvenes y bebés: su desarrollo puede verse afectado incluso desde el vientre materno y durante la lactancia (la leche materna lleva los contaminantes), por lo que pueden nacer con una tendencia inusual al desarrollo del cáncer a lo largo de su vida. Los Contaminantes Orgánicos Persistentes están entre las substancias más dañinas que se conocen, tanto para el medio ambiente como para la salud humana. El peligro es mayor en países en vías de desarrollo, como la Argentina donde varios de los convenios y regulaciones sobre los COP por lo general no se cumplen.
Las dioxinas y furanos, algunos de ellos letales en cantidades de microgramos, se producen durante la incineración a alta temperatura en el interior de los hornos incineradores; la cantidad y tipo de estos COP es casi imposible de controlar, dado que su generación depende del tipo de mezcla de los productos incinerados.
La Agencia Internacional de Investigación Oncológica (IARC por sus siglas en inglés) declaró el jueves que la contaminación aérea es un carcinógeno comparable al asbesto, tabaco o radiación ultravioleta.
La revista Cancer Research publicó en diciembre pasado los resultados de otro estudio con nuevas evidencias de que la exposición medioambiental al bifenil policlorinado (PCB, en inglés) puede estar asociada al linfoma no Hodgkin.
El glifosato es el herbicida más vendido y utilizado en el país. A pesar que la Organización Mundial de la Salud y el SENASA lo clasifican como producto poco peligroso, se ha comprobado recientemente que provoca lesiones en glándulas salivares, inflamación gástrica, daños genéticos en células humanas, transtornos reproductivos y carcinogénesis en hígado y tiroides de animales de laboratorio. En 2009 el Dr. Andrés Carrasco demostró malformaciones en embriones de anfibios y aves en experimentos llevados a cabo en el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires. La utilización en combinación con aditivos, la mayoría prohibidos en Europa, tal como el endosulfán, paraquat y coadyuvantes cuya composición química está protegida por patentes. La cantidad aplicada por hectárea desde mediados de los años 90 a la fecha se ha cuadruplicado en promedio, de 2 o 3 ltr por ha a 12 y más litros. Prácticas de fumigación clandestina en horarios nocturnos para no ser detectadas.
Para agravar la situación se está por autorizar la siembra de soja transgénica desarrollada por Dow Agrosciences, resistente a otro herbicida aún más potente que el glifosato: el 2,4-D.
La falta generalizada de información de los peligros para la salud de las emanaciones y residuos producidos por las numerosas plantas industriales y explotaciones agropecuarias que conviven con los habitantes del cordón industrial del Gran Rosario debe ser motivo de preocupación para cada uno de nosotros. Solicitemos a las autoridades de salud municipales, provinciales y nacionales un mejor control de la contaminación, información sobre infracciones a las leyes aplicadas, implementación de zonas de resguardo no fumigadas, implantación de barreras de árboles y la promoción de formas de producción no contaminantes.
Adhieren:
- Semillas de Futuro – C. Bermúdez
- Asamblea Permanente por la Vida – San Lorenzo
- Vecinos Autoconvocados por la Vida – Puerto Gral. San Martín
- Campaña Paren de Fumigarnos – Prov. De Santa Fe
- ATE – San Lorenzo
- SOEM – Puerto Gral. San Martín
- Comisión de Derechos Humanos del Departamento San Lorenzo
- Ecos de la Sociedad
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Fuente: Ecos de la Sociedad
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