Por Silvio Sánchez Arango
La arquitectura de paisajes se ha venido enfocando últimamente en los jardines urbanos y diferentes espacios verdes para ayudar a mitigar los efectos de la polución en las ciudades, una tendencia que puede ayudar a expandir el diseño de bosques de alimentos con el fin de alimentar la creciente población en las ciudades.
En diferentes partes del mundo, extensas zonas de tierra están sin usar y, según la opinión de muchos, es porque esta es inutilizable. Pero esto no detuvo al permaculturista Geoff Lawton en la elaboración de una metodología simple por medio de la cual la tierra degradada puede ser convertida en un bosque. Él viajó a Jordán, uno de los lugares más bajos del mundo, con un salado desierto, y lo convirtió en un productivo bosque de alimentos.
Esto genera muchas preguntas sobre si los países con condiciones climáticas similares deben proveer terrenos para la creación de bosques de alimentos para alimentar a sus poblaciones en lugar de importar comida a gran escala. Esto también genera preguntas sobre cuántos alimentos producirá un bosque y si las ganancias de estos superarán los costos de otros proyectos (como los inmobiliarios) que pueden aplicarse en este tipo de terrenos.
“Podrías solucionar todos los problemas del mundo en un jardín. Puedes solucionar la polución y todas las necesidades que tengas en un jardín, pero la gente todavía no sabe esto”, afirma Lawton.
Los bosques de alimentos podrían ser precursores de un retorno a un estilo de vida tipo agropolis, un sistema que provee seguridad alimentaria con precios bajos, minimizando la distancia que recorren los alimentos y reduciendo la huella de carbono de todo su proceso de producción.
Un nuevo proyecto en Seattle, Estados Unidos, ha demostrado que los bosques de alimentos pueden ser creados a gran escala. Un parque público de 7 acres en el vecindario de Beacon Hill, se ha convertido en el primer bosque de alimentos que está listo para establecerse en el país. En este terreno se plantarán centenares de alimentos diferentes, todos disponibles para el consumo público.
Un bosque de alimentos completo en terrenos públicos lleva la agricultura urbana a un nuevo nivel. Tiene su base en el concepto de permacultura, lo que significa que estos jardines comestibles serán auto-sostenibles, tal como los bosques silvestres.
La permacultura es en estos días un movimiento relativamente nuevo, basado en el uso sostenible de la tierra y que permite trabajar con la naturaleza para generar espacios productivos, inteligentes, resistentes e integrados que maximicen los beneficios y minimicen los desechos. La ciudad de Calgary en Canadá ofrece otro ejemplo de bosques de alimentos exitosos. Uno de los habitantes de la ciudad, Rob Avis, vio uno de los videos de la travesía de Lawton en Jordán y dijo que había sido una fuente de inspiración.
Poco tiempo después, Avis convirtió su patio trasero en un bosque de alimentos para alimentar a su familia y amigos. Él plantó un bosque altamente organizado y de múltiples capas de alimentos que funciona como un bosque silvestre y virtualmente se mantiene por sí solo.
“Estamos rodeados de tierra que puede, potencialmente, hacer crecer alimentos buenos y saludables para personas que no tienen recursos”, afirma Avis.
Avis sugiere que mientras que las personas se quejan de la expansión urbana, hacen caso omiso de los alimentos que deben viajar grandes distancias desde la producción hasta su plato.
“Tenemos toda esta tierra. Algún día, podremos convertir nuestras ciudades en las granjas del futuro” dice Avis.
El bosque de alimentos de Seattle está utilizando terrenos que fueron parte de un parque público, la mayor parte de él cubierto de pasto. Avis ve el pasto y el césped de patio como un desperdicio de espacio productivo.
“Un sistema de pastos y césped perpetúa el concepto de escases de alimentos”, dice él.
Él indica que en cerca de 40 millones de acres de tierra en Estados Unidos se planta pasto anualmente y estima que en Canadá la tasa de pasto per cápita es casi igual. Sus cálculos muestran que 40 millones de acres son suficientes para mantener alimentados a 300 millones de personas con una dieta de 2.000 calorías durante 2 años con una sola cosecha.
Mientras algunas personas pueden mostrar preocupaciones sobre qué tan seguros son los alimentos cultivados en un ambiente altamente contaminado, es muy posible que no sea más peligroso que los alimentos regulares y solo necesiten un lavado inicial.
La mayor preocupación con respecto a la seguridad tiene que ver con el terreno mismo, no con lo que hay en el aire. Obviamente, el testeo del suelo necesita ser una prioridad al momento de implementar este tipo de proyectos en terrenos públicos.
No hay duda que la agricultura urbana y la arquitectura de paisajes están transformando nuestras ciudades poco a poco. Tal vez en un futuro cercano, las tiendas vegetarianas sean reemplazadas por una caminata con una canasta, recogiendo frutos y verduras de un bosque de alimentos.
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